jueves, 16 de junio de 2011

Tengo dos grandes obsesiones: La memoria y los abrazos. Será por eso que mi autor preferido es Eduardo Galeano, porque el aborda como nadie ambos temas.
Mi obsesión por los abrazos, no me acuerdo cuando empezó, pero se acrecentó en el 2006, cuando me dijeron que se necesitaban 8 por día para ser feliz, esa estadistica de revista barata, me volvió loca, así que durante 4to y 5to año del cole, me la pasaba regalando y pidiendo abrazos a mis compañeros y amigas. No se si serán 1, 8 o 15 abrazos, pero puedo dar fe, que uno ve las cosas de otra manera cuando lo abrazan.
La otra es la memoria, en todo concepto de la palabra. Tengo mucha memoria, desde chica me acuerdo demasiadas cosas. A veces me juega malas pasadas, sobre todo la infinidad de veces que me recuerdo cosas, que preferiría olvidar.
Más alla que la memoria personal, me obsesiona la colectiva. La necesidad de tenerla, para recordar, para reivindicar, si no tenemos un pasado, no nos sirve el presente y no vamos a saber qué hacer en un futuro… todo plan tiene bases anteriores. Todo lo que va a venir después está marcado por lo que paso.

Memoria y abrazos, que no nos falten nunca.

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